Los efectos educativos de mediano plazo de tutorías de corta duración en Chile

Investigadores/as:
Verónica Cabezas
Ubicación:
Regiones Metropolitana y del Biobío, Chile
Muestra:
6.129 estudiantes en 85 escuelas
Línea de tiempo:
2010 - 2010
Número de registro del AEA RCT Registry:
AEARCTR-0001480
Socios Implementadores:

Un creciente cuerpo de literatura ha demostrado que los programas de educación remedial que utilizan personal no docente, como apoderados y voluntarios, pueden mejorar los resultados de aprendizaje en las escuelas de bajo rendimiento. Investigadores evaluaron si un programa de tutoría de lectura de corta duración podría mejorar los resultados educativos de los estudiantes a corto y mediano plazo (hasta ocho años después del programa). El equipo concluyó que el programa aumentó los puntajes de las pruebas de lenguaje a corto plazo y mejoró varios resultados a mediano plazo, incluida la reducción de la probabilidad de deserción escolar, el aumento de la probabilidad de graduarse a tiempo de la escuela primaria y secundaria, y la mejora de la asistencia, las calificaciones y las pruebas. puntuaciones. Estos efectos se concentraron entre los estudiantes con mayor riesgo de deserción.

Problema de política pública

Si no se abordan temprano en la trayectoria escolar de un niño o niña, los bajos niveles de aprendizaje pueden empeorar con el tiempo, tanto en términos de habilidades cognitivas como no cognitivas. Un creciente cuerpo de literatura ha demostrado que los programas de educación remedial que utilizan personal no docente, como apoderados y voluntarios, pueden mejorar los resultados del aprendizaje. Además, estos programas pueden tener diferentes efectos en estudiantes con diferentes niveles educacionales y oportunidades sociales. Sin embargo, hay menos investigación sobre el efecto que estos programas de corta duración basados en voluntarios tienen en los resultados educativos a mediano plazo (hasta ocho años después del programa en el caso de este estudio).

Contexto de la evaluación

Aunque Chile tiene un sistema público de educación primaria y secundaria bien desarrollado, la mayoría de los estudiantes que ingresan a la educación superior pertenecen a hogares del nivel de ingresos más alto del país. En 2009, un sexto de los jóvenes del decil de menores ingresos de la población estaba matriculado en educación terciaria, mientras que en el decil más rico más de la mitad lo estaba.

Una barrera sustancial para la acceder a la educación terciaria es su alto costo: para los hogares en el decil de ingresos más bajos, un año de educación universitaria pública costaba el 141 por ciento de su ingreso anual promedio en 2003. Además, la ayuda financiera se basa en el mérito, por lo que para los estudiantes de bajos ingresos, las buenas calificaciones y los puntajes altos en el examen de ingreso a la universidad son especialmente importantes para financiar su educación. Si no se abordan tempranamente, las dificultades de aprendizaje al comienzo de la trayectoria educativa de niños y niñas podrían traducirse en desventajas significativas a medida que ellos avanzan hacia la educación superior.

Los estudiantes toman un examen en Santiago, Chile.
Los estudiantes toman un examen en Santiago, Chile.

Detalles de la intervención

Los investigadores realizaron una evaluación aleatorizada para testear el impacto de los programas de tutoría de corta duración en los resultados educativos, incluyendo los puntajes de las pruebas, la asistencia diaria y la deserción en los años siguientes. En 2010, con el fin de mejorar la comprensión lectora y las actitudes hacia la lectura en estudiantes de 4to grado de escuelas vulnerables, el Ministerio de Educación de Chile se asoció con la Fundación para la Superación de la Pobreza (FSP) para implementar el Servicio País en Educación (SPE). El ministerio seleccionó 85 escuelas públicas y subvencionadas en localidades de ingresos bajos a medios en las regiones de Santiago y Biobío y que el año anterior habían obtenido un puntaje bajo el promedio en la prueba estandarizada de lenguaje nacional. De estas 85 escuelas, 45 (con 2.752 estudiantes) fueron seleccionadas al azar para participar en SPE y las 40 escuelas restantes (con 3.377 estudiantes) sirvieron como escuelas de comparación. Los estudiantes de estas escuelas tenían un ingreso familiar mensual de aproximadamente 500 dólares por mes, y el 62 por ciento de sus estudiantes fueron clasificados como vulnerables.

SPE llevó a estudiantes universitarios voluntarios a las escuelas primarias para realizar quince sesiones semanales de lectura de 90 minutos durante el horario escolar con estudiantes de cuarto grado divididos en pequeños grupos de cinco o seis estudiantes. Este programa se llevó a cabo durante tres meses. Las sesiones incluyeron una mezcla de historias tradicionales y textos instructivos apropiados para la edad de los estudiantes. SPE contrató a una persona para estar permanentemente en cada escuela para monitorear a los voluntarios, apoyar la implementación y brindar asistencia en técnicas de enseñanza efectivas.

Los tutores eran estudiantes universitarios voluntarios que, por lo general, no tenían ninguna formación específica en la enseñanza. Eran de las mismas comunidades que los estudiantes y recibieron un día de capacitación antes de que comenzara el programa.

La implementación del programa fue monitoreada a través de visitas aleatorias por parte del personal de investigación para observar sesiones de tutoría. El equipo de investigación también encuestó a los estudiantes, pidiéndoles que evaluaran sus mejoras en lectura y escritura, la calidad de los tutores y sus relaciones con sus tutores, en una escala de 0 a 3.

En encuestas de seguimiento, los estudiantes completaron una prueba de comprensión de lectura y producción de textos (CLPT) para medir las habilidades y un cuestionario de gusto por la lectura (GPL) para medir las actitudes hacia la lectura. Por último, los investigadores realizaron un seguimiento a mediano plazo mediante la recopilación de datos del ministerio sobre la matrícula, la asistencia y los puntajes de las pruebas de los estudiantes en 8° y 10° grado.

Resultados y lecciones de la política pública

El programa se asoció levemente con niveles más altos de aprendizaje a corto plazo, pero aumentó sustancialmente la asistencia y las calificaciones, y redujo la probabilidad de deserción, años después de la finalización del programa. Estos resultados se obtuvieron a pesar de que la escuela promedio acogió 12 sesiones y el estudiante promedio asistió a 7,9 de las 15 sesiones previstas.

Aprendizaje a corto plazo. El equipo de investigación encontró un efecto moderado a corto plazo de los programas de tutoría en el aprendizaje de los estudiantes. En promedio, los estudiantes de las escuelas seleccionadas para recibir la intervención superaron a los de las escuelas no seleccionadas en 0,06 desviaciones estándar en una puntuación compuesta de la prueba CLPT y en 0,11 desviaciones estándar en la sección de comprensión lectora de la prueba CLPT.

Deserción y progresión escolar. Los estudiantes en el grupo de intervención tuvieron una probabilidad 0,8 puntos porcentuales menor de abandonar los estudios en 2011, el año posterior a la intervención (cuando la tasa general de deserción escolar era del 2 por ciento). Adicionalmente, tenían una probabilidad 1,8 puntos porcentuales menor de abandonar los estudios en el 2017 (cuando habrían estado en 11° grado y la tasa general de deserción era del 16 por ciento). Estos efectos se concentraron entre aquellos con mayor probabilidad ex ante de deserción escolar (predicha a través de los antecedentes familiares, académicos y socioeconómicos de los estudiantes), quienes tenían una probabilidad 3,7 puntos porcentuales menor de abandonar los estudios en 2017. Los estudiantes en el grupo de intervención también tenían una probabilidad 4,5 puntos porcentuales mayor de graduarse a tiempo de la escuela primaria (con una probabilidad de toda la muestra del 79 por ciento) y una probabilidad 3,2 puntos porcentuales de graduarse a tiempo del 11° grado (probabilidad de toda la muestra del 58 por ciento), con el efecto nuevamente concentrado entre aquellos con mayor riesgo de deserción.

Asistencia. Los estudiantes en el grupo de intervención tuvieron 0,8 puntos porcentuales más de asistencia en educación primaria (con una asistencia general del 89 por ciento) y 1,1 puntos porcentuales más de asistencia en educación secundaria (con una asistencia general del 82 por ciento). Estos efectos también fueron mayores entre aquellos con mayor riesgo de deserción escolar ex ante, quienes tuvieron 1,5 puntos porcentuales más de asistencia a la educación primaria y 2,2 puntos a la educación secundaria cuando estaban en el grupo de intervención. Los investigadores sugieren que estas estimaciones pueden estar subestimando el verdadero impacto en la asistencia dado que más estudiantes en el grupo de comparación abandonaron la escuela que en el grupo de intervención.

Calificaciones y puntajes en exámenes. Recibir tutoría en la propia escuela mejoró las calificaciones de los estudiantes en 0,09 unidades en relación con el grupo de comparación (con calificaciones en una escala de 1 a 7 puntos, con calificaciones promedio en la primaria en la muestra completa de 5,32). Sin embargo, el programa de tutoría no tuvo un impacto significativo en las calificaciones en la educación secundaria. Los investigadores también encontraron pequeños aumentos en los puntajes de las pruebas estandarizadas de los grados 8° y 10° en matemáticas y lectura entre el grupo de intervención, pero estos aumentos solo fueron estadísticamente significativos entre aquellos con mayor riesgo de deserción escolar.

Influencia de la calidad del tutor. Durante el programa de tutoría, los estudiantes calificaron tanto la calidad de la instrucción como la calidad de la relación con su tutor en una escala de 0 a 3. Los estudiantes que dieron una calificación más alta a la relación con su tutor se desempeñaron mejor tanto en las pruebas en el corto plazo como en el rendimiento educativo a mediano plazo. Sin embargo, la calidad de la instrucción evaluada por los estudiantes no tuvo relación con sus resultados educativos.

Estudiar los efectos de mediano plazo de las intervenciones educativas es crucial para comprender la costo-efectividad de las políticas públicas. En Chile, investigadores encontraron que un programa de tutoría mejoró los resultados educativos tanto a corto como a mediano plazo. Al producir 1,39 años de escolaridad ajustados por aprendizaje por cada 100 dólares gastados (el costo aproximado del programa por estudiante), este programa se encuentra en el rango medio de costo-efectividad en comparación con otros programas existentes (una vez que se consideraron sus efectos a mediano plazo). Dichos resultados sugieren que incluso las intervenciones educativas temporales y acotados podrían tener el potencial de influir en los resultados a más largo plazo.

Cabezas, Verónica, José Cuesta, and Francisco Gallego. “Does Short-Term School Tutoring have Medium-Term Effects? Experimental Evidence from Chile.” Working Paper, September 2021.