Utilizando la evidencia para recuperar los aprendizajes en estudiantes

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A young man stands at a whiteboard in front of a class of students, all wearing masks
Photo: Wirestock Creators | Shutterstock.com

El cierre de escuelas a causa de la pandemia de Covid-19 ha provocado una crisis educativa en América Latina y el Caribe (LAC): 170 millones de estudiantes en la región faltaron a la escuela, los resultados educativos empeoraron y las brechas socioeconómicas siguen ampliándose. Como consecuencia, el Banco Mundial estimó que 7,6 millones adicionales de niñas, niños y jóvenes no podrán leer ni entender un texto sencillo adecuado para su edad y, en algunos países, las pérdidas de aprendizaje podrían equivaler a casi un año de escuela. Esto podría traducirse en una disminución en los ingresos futuros de hasta US $1.313 anuales en promedio por estudiante.

¿Cómo abordar una crisis de esta magnitud, cuyas secuelas durarán varios años? Para empezar, podemos guiarnos por la evidencia en el campo educativo. Conocer qué ha ayudado a mejorar los resultados educativos es útil, pero comprender por qué funcionó y cómo podemos aplicarlo y ampliarlo a diferentes contextos lo es mucho más. Después de casi dos décadas evaluando programas para mejorar el aprendizaje, los investigadores de J-PAL han generado numerosas lecciones que pueden aplicarse en la región.

El rol de la investigación y la evidencia

Existen varias líneas de evidencia que podríamos aplicar, tanto dentro como fuera de un contexto de pandemia. La literatura existente sugiere que los resultados educativos podrían mejorarse proporcionando información relevante a los estudiantes y sus progenitores, adaptando la instrucción a los diferentes niveles de aprendizaje, fomentando la estimulación en la primera infancia, desarrollando habilidades no cognitivas y apoyando al personal docente con herramientas pedagógicas.

Si bien no toda esta evidencia fue generada en la región LAC, estas lecciones globales pueden aplicarse al contexto local. De hecho, los afiliados de J-PAL aplican constantemente la evidencia existente para diseñar o mejorar programas, y generan nueva evidencia al evaluar dichos programas. Por ejemplo, en sus investigaciones han encontrado que:

Promoviendo el uso de evidencia en el continente

Si bien estos conocimientos pueden ser de gran ayuda para orientar a las personas responsables de la formulación de políticas, en J-PAL LAC creemos que no basta con poner a disposición la evidencia. Durante nuestros más de diez años en la región, hemos estado impulsando y asesorando a gobiernos  y organizaciones en el diseño e implementación de políticas y programas sociales.

Un ejemplo destacado es el trabajo conjunto con el Ministerio de Educación de Perú e IPA para establecer MineduLAB, un laboratorio de innovación para la educación que forma parte del gobierno peruano. A través de varios ciclos de innovación, MineduLab ha trabajado en más de diez evaluaciones y tres escalamientos.

Uno de esos tres escalamientos fue el programa “Decidiendo para un Futuro Mejor”, que consistió en proveer información a los estudiantes sobre el valor de continuar con su educación, a través de atractivos videos “estilo telenovela” y una aplicación para tableta. La intervención, previamente implementada en República Dominicana, aumentó la percepción de los beneficios de seguir una educación superior y disminuyó la proporción de estudiantes que dejó su educación. Los videos se transmitieron a nivel nacional cuando las escuelas cerraron por Covid-19.

Luego de revisar esa y otras intervenciones similares en Chile, República Dominicana y otros países, el Banco Mundial recomendó los programas que brindan información sobre los beneficios, costos y calidad de la educación y las calificó como inversiones costo-efectivas.

Investigación en contexto Covid-19 

Actualmente, los afiliados J-PAL, Christopher Nielson y Francisco Gallego, con el apoyo de J-PAL LAC, están piloteando en Chile una versión en línea del programa de información implementado en Perú. La plataforma se basa en narraciones e información convincentes sobre los beneficios y las vías financieras para continuar con la educación, y permite a los docentes entregar retroalimentación y dirigir discusiones grupales.

A screenshot of the online education platform, with a small greeting on the left and a video tile showing 2 schoolgirls on the left.
La plataforma en línea que se está probando en Chile, Decidiendo para un Futuro Mejor, muestra videos cortos con los que se puede relacionar a los estudiantes.

Además de reducir la exclusión o deserción escolar, es fundamental abordar la disminución de los resultados del aprendizaje provocada por el cierre de los establecimientos. Una estrategia que está ganando adeptos son los programas de tutoría remota. Las afiliadas J-PAL Michela Carlana y Eliana La Ferrara implementaron un programa de este tipo en Italia y encontraron efectos positivos en el rendimiento académico, las habilidades socioemocionales, las aspiraciones y el bienestar psicológico en los estudiantes, especialmente para aquellos en situaciones más vulnerables. Sobre la base de esa experiencia, junto con la investigadora Astrid Pineda y el apoyo de J-PAL LAC, pilotearon un programa de tutoría en línea con voluntarios en República Dominicana que planean escalar a nivel nacional y llevar a otros países de LAC.

La investigación juega un papel crucial para ayudarnos a elegir las estrategias más efectivas en la solución de problemas sociales urgentes. Los esfuerzos conjuntos de equipos acedémicos, ONGs, patrocinadores y formuladores de políticas hacen posible una investigación rigurosa, relevante y oportuna, y J-PAL LAC juega un papel central en unir a estas partes interesadas. Al mirar hacia el futuro, somos optimistas sobre el papel que desempeñará la evidencia para impulsar la recuperación en los sistemas educativos de LAC después de Covid-19, y esperamos trabajar con nuevos socios para aprender y aplicar lecciones de la evidencia generada durante la pandemia.
 

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